El Racó Popular vuelve a sorprendernos
El Grupo de Restauración de la Asociación de
Comerciantes de Elche (ACE) ha vuelto a poner en marcha el que ya fue un
exitoso acto el año pasado.
El año pasado el ACE puso en marcha este ambicioso proyecto coincidiendo
con las fiestas de Elche. Esta iniciativa pretende dar publicidad a los
restaurantes participantes, fomentar la economía y satisfacer a los turistas.
A
la segunda edición del Racó Popular se han sumado también los restaurantes de
las zonas de campo ilicitanas, atraídos por la exitosa acogida del año pasado.
Si bien el año pasado formaban 23 restaurantes este proyecto, este año son 27.
El Racó Popular es una barraca que forman todos los restaurantes
miembros del ACE en la que ofrecen sus más populares platos a los clientes.
Todos los participantes montan sus carpas el desde el día 11 al 15 de agosto y
ofertan sus productos de 12:00 a 16:00 y de 20:00 a 00:00.
Es una fantástica versión del popular “caña-tapa” ya que los clientes
compran sus bonos por 2 euros; con este bono tienen una tapa y una bebida. Las
tapas las escogen de la muy variada selección que hacen todos los restaurantes
participantes, la bebida la pueden coger en otra carpa (situada enfrente de la
de la comida).
Los comensales pueden disfrutar de todos los restaurantes de la ciudad
en una sola calle.
Pero, ¿qué es lo que mueve a los empresarios a participar en este
evento?
Rentabilidad
Cada restaurante obtiene 1,20E por cada
tapa vendida, es decir, se busca ofrecer al cliente una tapa de calidad pero
barata en su producción para obtener el máximo beneficio económico; de este
modo no es de extrañar que muchas de las tapas que se ofertan sean patatas en
salsa, croquetas, montaditos…
Además,
el beneficio publicitario que se obtiene en este evento es el que más
motiva a los empresarios a la hora de
inscribirse ya que se da a conocer a los comensales una tapa y un lugar donde
comer. Muchos restaurantes dan con cada tapa una tarjeta de visita, los
carteles publicitarios impiden casi ver a los camareros y, además, si ofertan
una buena tapa dan que hablar durante días.
Acerca de la financiación
El Grupo de Restauración de la Asociación de Comerciantes de Elche pone en común
un determinado dinero con la aportación de todos los participantes para poder
montar las carpas, el suministro eléctrico, pagar a los barman…
¿Por
qué pagar a un barman si todos los restaurantes tienen camareros? Pues bien,
esto tiene una sencilla explicación y es que cada restaurante ha de traer su
propio cocinero y camarero y, caso de que le falte ayuda, se contrata algún
camarero con los fondos comunes para ayudar al restaurante atareado.
Como
a ningún restaurante le conviene pues poner a su camarero a servir las bebidas
de todos los demás se contratan camareros para tal fin.
Variedad
Pero el Racó Popular ha variado de un año a otro; el año pasado fue un
experimento que, aunque funcionó bastante bien, acabo por hartar a algunos
empresarios.
Dicho de otro modo, la organización ha variado. El año pasado todos los
restaurantes fabricaban sus tapas en el restaurante del conocido Hotel Huerto
del Cura; el primer día cocineros de todos los restaurantes acudieron a la
amplia cocina a preparar sus platos, el segundo día ya no. De este modo el año
pasado el Huerto del Cura produjo las tapas de casi todos los restaurantes que
participaron en el Racó Popular.
Así que este año se ha producido un cambio en ese aspecto y cada
restaurante se lleva su horno a la barraca y produce allí mismo sus tapas.
Taberna El Granero
Para poder comprobar con exactitud cómo
funciona este evento seguimos el proceso de producción del conocido restaurante
El Granero.
Los días previos al evento se notan los
nervios en la cocina, empiezan a llegar muchos más proveedores de lo habitual y
los cocineros se tiran de los pelos.

Cuando se tuvo el producto hecho se llevo
al Racó a falta sólo de hornear. A primera hora del primer día los nervios
estaban a flor de piel, los hosteleros vecinos comentaban que iba haber menos
faena, que esto, que lo otro…
14:00 horas del primer día:
Los camareros del Racó no tenían tiempo
ni de beber agua. Detrás de la barra se seguía escuchando: “esta noche no será
para tanto”, “ha sido la expectación del momento”… Algunos restaurantes incluso
anunciaron que no volverían por la noche porque preveían que no iba avenir mucha gente.
21:00 del primer día:
Camareros y cocineros no dan abasto.
Muchos restaurantes no abrieron sus
puestos pero eso no evitó que la muchedumbre invadiese el Paseo de la Estación.
22:00 del último día:
El Granero ya no tenía comida para darle
a los comensales. Los cálculos fallaron, este año vino mucha más gente que el
pasado y, en plena hora punta de la cena muchos restaurantes ya no tenían
género.
El Granero, como todos los demás
participantes del Racó, cerró esta segunda edición con unos beneficios
desorbitados.